A PEKÍN
Exposición Final del Programa de Artistas 2024/5
Ernesto Alli, Graciela Alvarez Maroccolo, Francisca Amigo Heras, Bernabé Arévalo, Ignacio Cassas, Melina Chaldu, Fausto Valiente, Carolina Favre, Eugenia Foguel, Lucila Guerrero, Fernanda Kusel, Nicolás Lillo, Gonzalo Maciel, Carolina Martínez Pedemonte, Juan Francisco Masabeu, Trinidad Metz Brea, Agustín Miguez, Quillen Mut, Danila Desirée Nieto, Sofía Palomino, Alejandro Rossetti, Javi Samaniego García, Mariel Uncal Scotti, Juan Valenti, Amparo Viau, FAKTOR
Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, Buenos Aires, Argentina
Si bien el año transcurrió entre el asfalto y sus ritmos, de los adoquines brotaron narrativas que conviven a través de la insistente presencia de nuestrxs muertxs. De allí emergieron seres con piel de cemento que desafían sus márgenes, entrelazados con realidades que desbordan lo humano y cuestionan lo que se ha entendido como lo natural. Las luces de neón revelan autómatas: modelos vivos y muñecos inquietantes entre escrituras borradas que se empecinan en reaparecer. El deseo, lxs cuerpxs y la permanente sombra de lo doble conviven con una ciudad atravesada por marchas y protestas sociales que, al mismo tiempo, se reconfiguran bajo el halo de la inversión inmobiliaria.
Sin embargo, entre este clamor conceptual que supone la práctica artística, aparece un punto de fuga más modesto, pero no por eso menos significativo: el supermercado Pekín. En las pausas posteriores a las clases, entre cervezas compartidas y bancos de cemento, se fue construyendo un espacio de distensión, escucha y continuidad afectiva. No fue el primer sitio de encuentro, pero sí el que permitió sostener una convivencia que excedía la ambiciosa abstracción de lo académico y lo artístico, tejida en pequeños rituales y decisiones prácticas: un buen precio, un lugar donde sentarse, un resguardo frente al frío o la mínima llovizna.
Ese territorio anómalo elegido entre la nocturna bruma de ciudad —más por azar que por planificación— condensó algo del espíritu del grupo: una forma de estar juntxs sin urgencia, de insistir en el ocio cuando todo llama a la productividad, de extender los márgenes del Programa hacia una dimensión más vital. Pekín fue, por último, el sitio donde cada docente fue invitadx a cerrar sus encuentros, y donde, si se quiere, quien lee estas líneas podría sumarse.
Fragmento del texto curatorial, Mayo 2025
30 años de buena fortuna / PLA, masilla, resina, pintura sintética / 150 x 130 x 30 cm
2025